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martes, 23 de abril de 2013

Es un Día especial!!

En este día tan particular,  donde las bibliotecas y los bibliotecarios nos sentimos maravillosamente
Grarbol
bien, por ser los "custodios y protectores" de todos ellos, mi amigo Grarbol  se ofreció a contarnos como fué que aparecieron los libros por primera vez en esta tierra.
Aquí va la historia...

"Había una vez un hombre llamado Leopold.
Leopold, era un gran conocedor de secretos y maravillas. Vivía en una aldea cerca de Maguncia, Alemania.
No sabía escribir, pero podía retener todo lo que escuchaba o veía.
Toda su vida, desde niño, había estado atento a lo que ocurría a su alrededor.
Si estaba sentado junto a un arroyo, observaba detenidamente el fluir del agua, si había peces o no, qué plantas crecían a la orilla de la pequeña corriente....

Si estaba en su casa, retenía los ingredientes que su madre utilizaba al cocinar, o cuando ayudaba a su padre en su trabajo, ponía atención a las explicaciones que él le daba.

Leopold, fué creciendo; conservando siempre la curiosidad y la buena disposición para aprender.
Se lamentaba sin embargo, de que no hubiera algo, en donde registrar tanta información.
Temía que su memoria no pudiera acordarse de todo lo que había visto u oído alguna vez.

Supo, que desde muy antiguo las personas anotaban en tabletas de arcilla que luego secaban al sol, pero con el tiempo esa técnica había caído en desuso.



Las tabletas, en otros países se reemplazaron por hojas vegetales trenzadas, pero... no en todas partes había esa fibra vegetal...

Otros pueblos, escribían sobre unas hojas hechas con arroz, pero...era tan delicado que debían realizarlo con pincel.

También se usaron los cueros de ovejas o cabras pero, no siempre se podía matar un animal y además, no era tan grande tampoco, para la gran cantidad de maravillas que había en el mundo....

Y mientras Leopold crecía, crecía su necesidad de que hubiera una sustancia y una forma que no se acabara nunca, que fuera tan grande que pudiera contener todos los conocimientos!!!!

Una tarde iba por un camino, cuando de pronto, pasaron junto a él dos hombres que llevaban unos bultos muy grandes sobre sus burros.
Leopold, curioso como era, no pudo resistir la tentación de preguntar:

- qué llevan ahí?
- Papel, para la imprenta!
- Papel? Imprenta? qué son esas cosas?
- Se usan para escribir! para registrar lo que se quiera.

La cara de Leopold se iluminó como un arcoiris! 
Se habría hecho realidad su sueño? Sería verdad que gracias a esos bultos que llevaban esos mercaderes, todas las maravillas podrían ahora escribirse?

Leopold, no paró de preguntar: 
- Hacia dónde se dirigen? puedo acompañarlos un trecho del camino?
-Si no te importa caminar... vamos a Maguncia!!!!

A Leopold, lo único que le importaba era que su sueño estaba a minutos de cumplirse!
Cambio su residencia, y a Maguncia se fué!
Aprendió a escribir y su asombro no tuvo límites, porque ahora podía registrar todos sus recuerdos!

Quieren saber cómo continuó su vida?
Pregúntenle a Gütemberg, fué su mejor asistente!!!!!

- Gracias Grarbol, es hermosa tu historia!!!!

Felices nosotros que ahora tenemos libros por doquier, libros en todos los materiales, hasta libros que no se pueden tocar!!!!

Feliz Día del Libro para Todos!!!!!!!!!!!